Cuando el Senado de Estados Unidos quiso censurar canciones populares
Censura musical en los 80: esta es la historia del Parents Music Resource Center (PMRC) y su cruzada por silenciar canciones de pop y rock en la década de los ochenta.
Hablar de censura es hablar de libertad de expresión. Ese derecho fundamental que, sorprendentemente, sigue siendo motivo de debate incluso en democracias consolidadas. Y en los 80, la música fue el blanco perfecto para quienes querían imponer sus propios códigos morales.
Censurar la música. Esta es la historia de lo que intentó llevar a cabo el Parents Music Resource Center durante los años ochenta del siglo pasado con la música estadounidense.
El día que Tipper Gore dijo “basta”
Corría 1984, el año en que Purple Rain de Prince marcaba tendencias y las calles se llenaban de chaquetas de cuero y peinados imposibles. En medio de todo este caos ochentero, Tipper Gore, esposa de Al Gore (futuro vicepresidente de Estados Unidos), tuvo su “momento eureka” al escuchar a su hija disfrutar del provocativo tema “Darling Nikki”. Las letras picantes, que incluían referencias a la masturbación, la dejaron escandalizada. En lugar de simplemente apagar el estéreo, Tipper decidió iniciar una cruzada moralista que haría temblar a toda la industria musical.
Las “Esposas de Washington” entran en acción
Tipper no estaba sola en su cruzada. En 1985, fundó el Parents Music Resource Center (PMRC), un grupo de esposas de políticos conocidas como las “Esposas de Washington”. Entre ellas se encontraban Susan Baker (esposa del Secretario del Tesoro) y Nancy Thurmond (esposa de un senador). Armadas con listas negras y moral victoriana, estas mujeres buscaban “proteger” a los jóvenes de las influencias corruptoras de la música pop y rock.
¡Cuidado con “Las Quince Asquerosas”!
El PMRC no perdió tiempo y publicó una lista negra conocida como Las Quince Asquerosas. Según ellas, estas canciones promovían el sexo, las drogas y la violencia. Algunos de los “culpables” eran:
- Prince – Darling Nikki (Sexo/masturbación)
- Sheena Easton – Sugar Walls (Sexo)
- Judas Priest – Eat Me Alive (Sexo)
- AC/DC – Let Me Put My Love Into You (Sexo)
- Twisted Sister – We’re Not Gonna Take It (Violencia)
Lista completa:
15. Interprete: Cyndi Lauper
Canción: She Bop
Calificación: Sexo / masturbación
14. Interprete: Venom
Canción: Possessed
Calificación: Ocultismo
13. Interprete: Mary Jane Girls
Canción: In My House
Calificación:Sexo
12. Interprete: Black Sabbath
Canción: Trashed
Calificación:Consumo de drogas y alcohol
11. Interprete: Mercyful Fate
Canción: Into the Coven
Calificación: Ocultismo
10. Interprete: Def Leppard
Canción: High ‘N Dry
Calificación: Consumo de drogas y alcohol
9. Interprete: W.A.S.P.
Canción: Animal (Fuck Like a Beast)
Calificación: Sexo
8. Interprete: Madonna
Canción: Dress You Up
Calificación: Sexo
7. Interprete: Twisted Sister
Canción: We’re Not Gonna Take It
Calificación:Violencia
6. Interprete: AC/DC
Canción: Let Me Put My Love Into You
Calificación: Sexo
5. Interprete: Mötley Crüe
Canción: Bastard
Calificación: Violencia
4. Interprete: Vanity
Canción: Strap on Robbie Baby
Calificación: Sexo
3. Interprete: Judas Priest
Canción: Eat Me Alive
Calificación: Sexo
2. Interprete: Sheena Easton
Canción: Sugar Walls
Calificación: Sexo
1. Interprete: Prince
Canción: Darling Nikki
Calificación: Sexo / masturbació
Propuestas de censura: etiquetas y restricciones
El PMRC presentó propuestas que parecían sacadas de un manual distópico de 1984:
- Etiquetar álbumes con contenido explícito (el famoso Parental Advisory).
- Esconder discos “ofensivos” bajo el mostrador.
- Prohibir videoclips “inadecuados” en televisión.
- Rescindir contratos de artistas con comportamientos “escandalosos”.
Cadenas como Wal-Mart y Sears dejaron de vender discos de rock, y la Recording Industry Association of America (RIAA) aceptó implementar las polémicas etiquetas de advertencia.
La batalla llega al Senado
En septiembre de 1985, el Senado organizó audiencias para debatir sobre el llamado “porno-rock”. Lo que se suponía sería una discusión seria, terminó siendo un espectáculo digno de una telenovela ochentera.
- Senador Ernest Hollings: “Esta música es una porquería. No tiene ningún valor social.”
- Susan Baker (PMRC): “Las canciones glorifican el suicidio, la violación y el sadomasoquismo. Esto debe parar.”
Pero no todos estaban de acuerdo con la cruzada moralista. Los defensores de la libertad de expresión dejaron claro que la censura era un ataque directo a la Primera Enmienda de la Constitución:
- Frank Zappa: “La propuesta del PMRC es una sarta de sinsentidos. No beneficia a los niños y viola nuestras libertades civiles.”
- Dee Snider (Twisted Sister): “Lo que ustedes llaman sadomasoquismo en nuestras canciones no es más que el miedo a una cirugía. La interpretación errónea está en sus mentes.”
Las consecuencias: más rebeldía y más música
Aunque el PMRC logró instaurar las etiquetas de advertencia, su cruzada generó un efecto contrario. Bandas como Megadeth, Dead Kennedys y Rage Against the Machine reaccionaron incorporando referencias al PMRC en sus letras y protestas. Rage Against the Machine protagonizó una protesta en 1993: sus integrantes se presentaron desnudos, con cinta en la boca y las letras PMRC pintadas en el pecho durante el festival Lollapalooza.
Por otro lado, la organización Parents for Rock and Rap nació en 1987 para contrarrestar las iniciativas censoras. La historia también demostró que la música censurada se volvía más deseada, como predijo el cantante John Denver.
Reflexión final: ¿Proteger o limitar?
Lo que empezó como una “defensa de los valores familiares” terminó siendo una limitación al arte y la expresión. La música siempre ha sido un reflejo de la sociedad, y tratar de silenciarla solo crea más divisiones.
Así que, la próxima vez que escuches una canción con un Parental Advisory, recuerda: esa etiqueta es un símbolo de que alguien luchó por el derecho a expresarse. Y quizá, también por tu derecho a escucharlo.