El programa se llamaba Creeper (enredadera), y hoy está considerado el primer virus informático de la historia. No era un programa malicioso, y simplemente viajaba por la red replicándose a sí mismo y mostrando este mensaje allá por donde pasaba. Sin embargo fue el principio de algo, ya que como respuesta directa al reto que supuso acabó naciendo poco después el primer antivirus.
“Soy una enredadera… ¡atrápame si tú puedes!”. Corría el año 1971, y este mensaje empezó a aparecer en varios ordenadores de ARPANET. Por aquel entonces nadie había visto nada igual en el mundo de la informática, un programa que se replicaba a sí mismo y se difundía de un nodo a otro por la red.
El primer vírus Creeper, que no fue un vírus
Los primeros programas informáticos capaces de replicarse a sí mismos fueron pronosticados ya en 1949 por el matemático John von Neumann, que fue el primero en teorizar sobre algo parecido a un virus o gusano informático. Sin embargo, no fue hasta 1971 que el ingeniero Robert H. (Bob) Thomas creó a su Creeper convirtiendo la teoría en realidad.
Thomas trabajaba para BBN Techonologies en Massachusetts, Estados Unidos, la misma empresa que empleó al creador del correo electrónico Ray Tomlinson, y donde trabajaron otros genios como Vinton Cerf, Robert Kahn o J. C. R. Licklider.
Creeper fue un experimento diseñado para demostrar que un programa podía ser capaz de recorrer la red saltando de un ordenador a otro mientras realizaba una tarea concreta. Su objetivo fueron los ordenadores DEC PDP-10 con el sistema operativo TENEX, que eran los predominantes en los centros de investigación y universidades estadounidenses que componían ARPANET.
Sin embargo y pese a ser considerado el primer virus de la historia, en la práctica no todos están de acuerdo con que se le defina como tal. Ya no sólo porque el concepto de virus informático no nacería hasta los 80, sino porque no estaba destinado a hacer daño, sino a demostrar las aplicaciones móviles del software.
Creeper podía llegar a imprimir un archivo, pero después se detenía. Entonces buscaba otro ordenador con TENEX, establecía una conexión, se copiaba en él empezando a mostrar su mensaje y se borraba del equipo en el que había estado. Vamos, que más que replicarse a sí mismo (algo que sólo hacía unas cuantas veces), iba saltando de nodo en nodo.
Pero no dejaba de ser una pieza de software rápida y escurridiza, y eso suponía un reto para el resto de genios informáticos de la época. Esto hizo de Creeper un revulsivo que sirvió para que acabase creándose al que podríamos definir como el primer antivirus de la historia.
Se llamaba Reaper, que significa segadora por eso de ir contra la “enredadera”, y fue diseñado muy poco después por el padre del correo electrónico Ray Tomlinson. Su única misión era la de ir eliminando a Creeper de los ordenadores de en los que se escondía, para lo cual imitaba su actitud viajando y replicándose a si mismo entre los equipos de la red.
El concepto se desarrolla en los setenta
Dos años después de Creeper y Reaper, en 1973, la película Westworld de Michael Crichton mostró el concepto de virus informático tal y como hoy lo conocemos. Lo utilizó como hilo conductor de un film en el que una malfunción hace que los robots de un parque se comporten como no deberían. Uno de los personajes define el problema como un patrón que sugiere un proceso de enfermedad infecciosa que se extiende de una máquina a otra.
Pero fue un año después cuando llegó el que quizá sí que es el primer virus informático maligno del que se tenga conocimiento. Se llamó Rabbit, conejo, y se reproducía sin parar haciendo copias de sí mismo en un único ordenador hasta obstruir el sistema reduciendo su rendimiento y provocando que se acabase bloqueando.
Después, en el año 1981 llegó el primer virus a gran escapa. Se llamó Elk Cloner y fue escrito por Richard Skrenta para los Apple II, considerados particularmente vulnerables debido por almacenar su sistema operativo en disquete. El virus se instalaba en un equipo cuando se le insertaba un disquete infectado, y monitorizaba los accesos de disco para infectar los sectores de arranque de otros que se insertasen para ir saltando de equipo a equipo.
El propio autor de la pieza de software admitió que con sólo reiniciar el equipo el virus se borraba de su memoria interna. Sin embargo en la época había muy pocos conocimientos de los peligros del malware y sus métodos de expansión, por lo que los hábitos de los usuarios acabaron haciendo que Elk Cloner consiguiese un alcance notable.
Cinco años después, en 1986, se difundió el primer virus para equipos compatibles IBM PC. Se le llamó BRAIN, e infectaba los sectores de inicio del sistema operativo MS-DOS. El se distribuía a través de copias no oficiales del sistema operativo, y su fin era el de monitorizar el software en un intento de detener y contabilizar las copias ilegales que se hacían.
Tenía la particularidad de avisar a los propietarios de los ordenadores que habían sido infectados, ofreciendo los datos de contacto de su autor. En el mensaje que mostraba te decía que habías sido infectado, y que les contactases para la vacuna. Desde entonces los virus informáticos no han dejado de evolucionar, pero eso ya es otra historia.
Vía: Xataka